sábado, 19 de febrero de 2011

1. Las Ratas

   Todo el mundo esconde algo; lo que nos hace diferentes es el qué.

   Había pasado más de una semana desde la última vez que la había visto. Cuando entró en la librería, pálida y ojerosa, se le doblaban las rodillas al caminar. Debió de musitar un saludo, sus labios se movieron antes de que se deslizara hacia las estanterías llenas de libros. A saber qué buscaría. Era la primera vez que entraba en mi tienda y el reloj sonaba a mi espalda; sí, lo sabía, era una hora extraña para salir de compras.
   – Enhorabuena por lo del periódico.
   Eir se volvió hacia mí en un gesto mecánico, en tensión.
   – ¿Eh?
   – Las fotografías de los rayos...– Habían aparecido en un par de periódicos acompañando aquellas frases de "una de las mayores tormentas eléctricas que ha visto Londres"–. Al final lo conseguiste.
   – Ah, sí...
   Pareció relajarse un tanto, apartó la vista de mí. O quizá miraba a mi gato. Seguía pegada a las estanterías, como sin decidirse.
   – ¿Puedo ayudarte?
   – Eh... Bueno, estaba sólo mirando– Detesto esa frase–. Buscaba algún libro no muy pesado... no sé.
   Aprecio a esos clientes que vienen con las ideas claras. "Algún libro no muy pesado"... así va el mundo. Pero decidí no hacer una montaña de un grano de arena; ¿qué tenía más a mano? ¿Qué me inspiraba aquel día lluvioso? Nunca me ha gustado vender basura, así que, puestos a elegir, le acerqué una edición de bolsillo de los cuentos de Bram Stoker.
   Fue un gesto mecánico.
   – Son cuentos cortos, así que no es nada pesado.
   – Oh... – Fisher... sí, se le quedó cara de pez. Hojeaba una esquina del libro con el pulgar mientras hacía como que leía la reseña–. "El Entierro de las Ratas y Otros Cuentos". Vale, me lo llevo.
   Sé que lo dijo por quedar bien, pero no chisté. Tenía una expresión tan extraña que nunca llegué a saber si quería salir de la librería corriendo o encadenarse al mostrador.
   Por aquel entonces yo no contaba con ningún as en la manga. Todavía no sabía qué había pasado, ni me lo imaginaba. En caso contrario, ¿le habría dado otro libro? Si las circunstancias hubieran sido otras, ¿qué habría hecho? ¿Habría cambiado mi decisión el curso de los acontecimientos? Claramente las tuercas se ajustaron en mi cerebro para coger ese libro. Pero no me gusta hacer conjeturas al vacío. La pelirroja salió de la tienda después de pagarme y rascarle la papada a mi gato.
   – Tiene el hocico sucio– dijo ella.
Sí, había estado cazando; era sangre de rata.
Pero no le dije eso.

lunes, 7 de febrero de 2011

Parecidos:

Siempre me ha parecido curiosa la relación entre la imagen que tenemos de un personaje a nivel "dibujo", "muñeco" y "persona real". Esto último me parece muy curioso xD además, sé de gente que no es capaz de imaginarse a su personaje como si fuera un dibujo o viceversa.
A mí me gusta tener en mente siempre la imagen tipo "en carne y hueso" de mis personajes, y me puedo pasar horas buscando la imagen adecuada xD Eso siempre me ayuda a representarlos mejor~

Como supongo que toda clase de información extra spam acerca del Entierro de las Ratas puede ser interesante, ahí van estas fotos (fruto de siglos de búsqueda) que me evocan mucho a mis personajes :)



El parecido de esta chica con Eir es increíble, cuando la vi fue como si hubieran sacado a Eir de mi cabeza! Con la evolución que ha ido sufriendo el personaje creo que esta foto es la que mejor representa la imagen que tengo de ella xD No tengo mucho que añadir, porque no hay nada que se pudiera cambiar~


De tener los ojos verdes, la primera chica sería totalmente Lo-belar, es increíble lo mucho que se parece a lo que tengo en mente... Es un tipo de cara bastante común, y ya había encontrado yo fotos que me recordaban a ella, pero en esta foto la cara es lo suficientemente redondeada como para encajar perfectamente con el personaje!
Editado 8/7/12: esta segunda foto la encontré corriendo por tumblr antes de tener tumblr y la guardé en el ordenador, así que no tengo ni idea de dónde es... de todos modos creo que se ve claramente por qué la pongo... podría pasar pefectamente por una fotografía antigua de Lo-belar... lo único son los labios, que deberían ser un poco más llenos >3<



Editado 6/1/12: Charile Hunnam de jovencillo es, sin duda, la cara más parecida a Pyotr que se me ocurre. Encima rubito y con esa peca... todo es demasiado bonico xD Básicamente él es así, con esa expresión célebre y de "tengo cara de bueno pero no tanto", despreocupado~ Pongo dos fotos por si a alguien le queda alguna duda jajajajaja! La verdad es que incluso quizá Pyotr podría ser una representación inconsciente de este actor, porque siempre he sido muy fan de Cold Mountain... xD a saber!

Me da mucha rabia el tener a Oswald perfectamente claro en mi cabeza y no ser capaz de encontrar a ningún tipo que se le parezca... siempre pensé que no me costaría mucho "humanizarlo", pero no hay manera, no hay nadie con cejas bajas y mirada sombría pero sonriente (y siniestra) y con pómulos/mejillas hundidas xD Seguiré buscando...
*SE ESCUCHAN COROS CELESTIALES* Ayer, buscando por aquí y por allá en un acto de aburrimiento me puse a mirar el videoclip de The Flood, por Take That (no es que sea fan del grupo ni nada, vi la canción por la MTV y me gustó xD) y mientras miraba voy y veo un tipo de CEJAS BAJAS que me recuerda a alguien... no me lo creo, corro a buscar más fotos por google de Howard Donald y... no me lo creo xD es CLAVADO (de cara)

Por favor, comparad la cara con el dibujo que tengo de Oswald en las presentaciones de personajes... xD JURO que no había visto a este hombre antes de hacer ese dibujo, y menos esta foto en concreto... un poco más de ojeras y pinta de abogado del diablo y es perfecto XD

*Por supuesto NINGUNA de estas imágenes es mía, mirad los links para encontrar más trabajos de los fotógrafos que las tomaron y ver quienes son, y no uséis estas fotos para fines perversos.


martes, 1 de febrero de 2011

0. Prefacio

   Y ya chirriaba la verja con el nuevo amanecer. El gato alzó la cabeza un breve instante tras el cristal empañado de la librería antes de volverse a recostar en el mostrador.
   La niebla lo enmascaraba todo; algunas luces se encendían y se apagaban, la ciudad se despertaba, los motores arrancaban, gimiendo y echando humo, humo y niebla... a alguien le habían robado la bicicleta otra vez. 
   Como cada mañana la puerta del edificio se abre para que la señora McFarland y sus ciento doce quilos de masa salgan a tirar la basura; a primera hora, nunca falla. Sí, sí, mucha niebla, tenemos un río dos calles más allá, es cosa del viento, claro, del norte... El bloque ya es una colmena en ebullición.
   – ¿Llega ya Danza de Dragones?
   – Te he dicho que tengas paciencia con ese libro, Pyotr...
   Llegan tarde, llega tarde, como todo el mundo, y más prisas. Sólo la pelirroja volvía de quién sabe dónde a aquellas horas, y parecía que me miraba al irse acercando.
   – ¿Quieres uno?
   – No, no fumo... 
   Quién lo diría. Parecía tener problemas para encontrar la llave del portal. 
   – ¿Qué llevas en esa mochila? ¿Vas de acampada?
   – El equipo de fotografía– Me mira de soslayo–. Cazo tormentas eléctricas.
   – Pues no ha habido mucha suerte, ¿no?
   Por fin logró abrir.
   – No. A ver si cae algún rayo esta noche.
   – Buena suerte.
   La puerta se cerró tras ella. Aquél fue el primer día que vi a las ratas escabullirse entre las rejas del parque.